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domingo, 19 de mayo de 2013

AL - BURDA EL POEMA DEL MANTO parte 2

81. Creyeron que la paloma y creyeron que la araña sobre
el Mejor de las Criaturas no tejería ni revolotearía.

82. El cuidado de Allah le evitó tener que reforzar
sus cotas de malla o (tener que refugiarse) en elevadas fortalezas.

83. Cuando el tiempo me tortura con un agravio, acudo a él
y encuentren su vecindad una ayuda que no humilla.

 84. Cuando he buscado Riqueza para las dos Moradas en sus manos
he recogido el deseado rocío de la mejor de las fuentes.

 85. No niegues la Revelación en sus sueños. Él tiene
un corazón que, cuando dormían los ojos, no dormía.

86. Eso fue lo que le abrió la puerta de la madurez en la profecía.
No negó (sus Revelaciones) entonces mientras soñaba.

87. ¡Por Allah! La Revelación no se improvisa,
ni ningún profeta es, en la ausencia a los sentidos, sospechoso.

88. ¡A cuántos la palma de su mano sanó con el roce,
y a cuántos obsesos liberó de la locura!

89. Con su invocación devolvió la vida al año estéril
Hasta ser contado como el mejor de entre los tiempos fértiles,

90. con nubes generosas, e imaginarias los llanos
inundados por ríos o desbordadas las presas.

91. Cuando la llanura se quejó de la fuerza del torrente, le dijo:
“De sobre las mesetas y las colinas se ha derramado”.

92. La tierra entregó la riqueza en ella depositada,
Con el permiso de su Creador, a la gente, así como su dulzura,

93. y se vistió con galas de seda, y ciñó
turbantes en las cimas de las mesetas y las colinas;

94. los palmerales se alzan dejando brillar sus palmas
como si fueran gala y tinte sobre los ojos.

95. El mal de la sequía se apartó de la gente, y en su lugar
Se estableció la abundancia, en vez de la desgracia y la desesperación.

96. Sisigues los signos del profeta
Alcanzaras motivo para el orgullo tras motivo de orgullo.

97. Di al que intenta alcanzar la cumbre de su elogio:
“Son dones en cuya expresión yo no me esfuerzo”

98.No me digas: “¿Cómo los has anudado?
Al favor de Allah no se le dice: “Esto es por esto”

99. Si no fuera por el Cuidado de Allah, lo relativo a él
Sería igual que fuera pronunciado o callado.


El sexto capítul


100. Déjame describir sus prodigios que se han mostrado
tan evidentes como el fuego de la hospitalidad sobre una montaña.

101. La belleza de la perla aumenta cuando está ensartada,
Aunque su valor no disminuye porque esté sola.

102. La exageración de la esperanza al elogiarlo
no acierta a narrar la nobleza de sus cualidades.

103. Signos del Verdadero, provenientes del Misericordioso, hechos en el tiempo
Que en su origen son eternos, como Aquél al que describe la atemporalidad.

104.No están en el tiempo, pero nos hablan
del Reencuentro, de ‘Ad y de Íram

105. Permanece entre nosotros, y supera todos los prodigios
de los Profetas, que se han realizado y no han durado.

106. Versículos bien trabados que no dan oportunidad de confundir
al que ama la disputa, ni necesitan árbitro que les haga justicia.

107. No es combatido nunca (el Corán) sin que vuelva de la guerra
su más contumaz enemigo, a él, entregando las armas.

108. Su elocuencia rechaza la pretensión del oponente
a semenjaza del celoso que expulsa la mano del que se sobrepasa.

109. Tiene significados como las olas del mar durante la marea alta
y están por encima de sus gemas en belleza y valor.

110. No se pueden contar ni abarcar sus maravillas,
ni agota ni aburre frecuentarlo.

111. Refresca el ojo al que lo recita. Y yo le he dicho:
“Has hallado el cordón umbilical de Allah. Aférrate”.

112. Si lo recitas con temor a un Fuego agitado
lo apagarás, a pesar de su rebeldía, con agua fresca.

 113. Es como el Estanque que hace resplandecer los rostros
De los errantes cuando acuden a él como palomas.

114. O como si fuera el Sendero y la Balanza en justicia:
la equidad de otros, entre las gentes, no se ha enderezado.

 115. No te sorprenda el envidioso que lo rechaza
Haciéndose el ignorante cuando comprende con agudeza.

116. El ojo niega la luz del sol cuando lo cubren las legañas,
la boca abomina de la dulzura del agua cuando está enferma.


El séptimo capítul


117. Tú eres el mejor de aquéllos a cuyos patios han llegado caravanas de buscadores,
que han acudido inquietos, sobre camellas que dejaban profundas huellas.

118. Tú eres el Gran Signo para el que mira con atención,
tú eres el Botín Supremo para quien se lanza a la batalla.

119. Viajaste de noche de un espacio vedado a un espacio vedado
tal como se desliza la luna llena entre espesas oscuridades.

120. Pasaste la noche ascendiendo hasta que alcanzaste una morada
a la distancia de dos medidas de arco, que antes no fue alcanzada ni buscada.

121. Todos los profetas te dejaron su sitio,
y los mensajeros, tal como es servido el señor entre los suyos.

122. Atravesaste los Siete Cielos con ellos,
en medio de una caravana en la que eras el portaestandarte.

123. (Te alzaste) hasta no dejar una meta más alta a la que aspirar,
te acercaste tanto no quedando ya más proximidad alcanzable.

124. Dejaste atrás todo rango en relación a ti cuando
fuiste invocado para que te alzaras con tu singular nombre propio,

 125. para que lograras una comunicación velada.
a otros ojos, y un secreto a otros ocultado.

126. Te apoderaste de toda gloria en la que no ha participación
y superaste todo rango en torno al que no se agita la multitud.

127. ¡Inmenso es el valor de los grados de los que se te hizo cargo,
inenarrables son los placeres de los que se te hizo despositario!

128. ¡Enhorabuena a nosotros, las gentes del Islam! Para nosotros es
un pilar del Cuidado que no es destruible.

129. Porque Allah convocó a su obediencia a nuestro convocador,
por el más noble de los profetas, somos la más noble de las naciones.


El octavo capítulo

130. Aterrorizó los corazones de los enemigos la noticia de su misión
como el rugido espanta al rebaño descuidado.

131. No dejó de perseguirlos en cada campo de batalla
hasta que las lanzas los hicieron parecer carne preparada para ser devorada.

132. Quisieron huir y hubieran deseado ser
los despojos que las águilas y los abantos se llevan.

133. Pasaban las noches y no sabían cuántas eran
mientras no fueran las noches de los meses de tregua.

134. Es como si el Islam fuera un huésped que ocupara los patios
de campeones a los que apeteciera la carne de los enemigos,

135. y los arrastrara como un mar de ejércitos sobre caballos nadadores
y cada ola lanzara héroes rebelados,

136. salidos de reuniones buscando con sus esfuerzos a Allah
y que hicieran resplandecer sus espaldas para arrancar de raíz y abrazar el Kufr,

137. hasta que la Ley del Islam, gracias a ellos,
tras su exilio, se unió a su origen,

138. tutelado por siempre por el mejor padre
y la mejor compañera, no quedando huérfano ni desamparado.

139. Eran montañas. Pregunta a quienes tropezaron con ellos
¿qué vieron que hicieran en cada encuentro guerrero?

140. Pregunta qué sucedió en Hunain, en Badr y en Uhud:
fueron para ellos modos de muerte más terrible que una epidemia.

141. Retomaban sus blancas espadas enrojecidas después de que bebieran
(la sangre) de enemigos de negras sienes.

142. Escribían con lanzas afiladas. No dejaron
sus cálamos la letra de ningún cuerpo sin puntuar.

143. (Cuando en el campo de batalla que reunía a los ejércitos se levantaba el advertidor
se hacían sordos los oídos de los valerosos)

144. Los portadores de afiladas armas tienen signos que los distinguen
como la rosa se diferencia por su perfume de los arbustos espinosos.

145. Los vientos de la victoria le traen el perfume de la noticia
y creerías una flor en su ramillete a cada héroe.

146. A lomos de sus caballos son como plantas enraizadas en altas colinas
a causa de la fuerza de su resolución, no de sus cintos.

147. Temblaban los corazones de los enemigos de espanto ante su violencia:
no podrías distinguir entre ellos a las ovejas de los valientes.

148. A quien tiene en Rasulullâh la fuente de su victoria,
aunque lo sorprendan los leones en su selva, puede estar calmado.

149. (Quien se adhiera a ti, oh el mejor de los hombres en nobleza,
Allah es su Protector ante quien busque dañarlo.)

150. No verás a ninguno de sus aliados que no sea asistido
por él ni a ningún enemigo que no sea quebrado.

151. Ha incluido a su nación en el amuleto de su Ley
como el león que está entre sus cachorros en la jungla.

152. ¡Cuántas veces las Palabras de Allah han polemizado
a su favor! ¡Cuántas veces el Corán ha reducido, con argumentos, a sus contrincantes!

153. Te basta como prodigio la ciencia del letrado
en la época de la ignorancia, y cómo fue enseñado en su orfandad

El noveno capítulo

154. Lo sirvo en un Elogio con el que quiero reducir
las torpezas de una vida gastada en la poesía y la servidumbre,

155. que me han marcado con un signo cuyo destino temo,
señalándome como si yo fuera una víctima para el sacrificio.

156. He obedecido la inclinación de la juventud en los dos casos y no
he cosechado más que torpezas y lamentos.

157. ¡Que ruina de vida en sus trueques
que no ha comprado el Islam ofreciendo el mundo, y ni ha regateado!

158. Quien se apresura en sus negocios y se fía de promesas
acaba atribulado en sus ventas y contratos.

159. Aunque vuelva a la torpeza, mi alianza no la revoca
el profeta, ni mi lazo con él queda roto.

160. pues pesa sobre su conciencia mi nombre
que es Muhammad, y él es la más fiel criatura a sus pactos.


161. Si en mi Retorno a Allah él no me toma de la mano
haciendo gala de su generosidad, di: “Lamentable desgracia”.

162. Ël está por encima de privar al que espera de su nobleza
o de que se vuelva, el que se acoge a su vecindad, despreciado.

163. Desde que obligué a mis pensamientos elogiarlo
o encontrado en él al que mejor se obliga a liberarme.

164. A su riqueza no se le escapará ser generosa ante una mano vacía:
el pudor (de la lluvia) hace crecer flores en lugares imposibles.

165. No quiero una flor del mundo como la que arrancó
el poeta Çuháir con sus adulaciones a Hárim


El décimo capítulo


166. ¡Oh, la más noble de las criaturas! No tengo quien me consuele
aparte de ti cuando me venga encima la calamidad inmensa.

 167. No será estrecha, ¡oh, Rasûlullah!. tu majestad ante mí
cuando el Generoso se muestre bajo su Nombre “el Vengador”.

168. Parte de tu ser es el mundo y su Gemela,
y parte de tu ciencia es la ciencia de la Tabla y el Cálamo.


169. Corazón mio, no desesperes a causa de torpezas inmensas
las vilezas más miserables, frente a la Tolerancia, son insignificantes.

170. Tal vez la Misericordia de mi Señor, cuando la distribuya,
venga a la par de la inmensidad de la rebeldía.


171. Señor, no hagas que mi esperanza sea defraudada
ante ti, y haz que en mis cuentas no salga perdiendo.

172. Se delicado con tu siervo en las dos Moradas, pues tiene
una paciencia que cae derrotada ante los terrores.


173. Permite a las nubes de tus bendiciones por siempre
sobre el profeta derramarse como torrentes y arroyos,

174. mientras las ramas del ban se balanceen con el viento
y emocione a los camellos con su canto el guía de la caravana.

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